El consumo energético de los calefactores influye directamente en el gasto en la factura de electricidad. Si reducimos este consumo, podemos ahorrarnos unos eurillos en la factura.
Te damos algunos consejos para ahorrar energía cuando usemos un calefactor:
1. Cuando usemos calefacción es importante tener un buen AISLAMIENTO PARA EVITAR QUE EL CALOR SE ESCAPE. El calor del hogar principalmente se pierde por las ventanas o puertas abiertas, zonas en las que se cree una corriente de aire, y esto puede provocar que aumente el consumo de energía. Por lo que es importante que, a la hora de utilizar el calefactor, tengamos las ventanas y puertas cerradas, evitando la creación así de corrientes de aire.
2. Debemos AJUSTAR LA POTENCIA DEL CALEFACTOR a la potencia adecuada teniendo en cuenta el tamaño de la sala y el tiempo que vamos a tener el calefactor encendido. En conclusión, utilizaremos la mínima potencia con la que consigamos calentar la habitación según nuestras necesidades.
Lógicamente, los calefactores de mayor potencia consumen más, y por tanto con ellos gastaremos más en la factura de la luz, este hecho hay que tenerlo en cuenta para no utilizar calefactores de mayor potencia que la necesaria.
Según la potencia existen desde calefactores compactos de unos 500W hasta calefactores industriales con potencia por encima de los 10.000W. Los de 500W se suelen usar en estancias pequeñas menores a los 20 metros cuadrados aproximadamente. Si estancias como salones, por ejemplo, que superen los 20 o 25 metros cuadrados, usaremos calefactores de unos 1000-2000W.
3. El TIEMPO QUE TARDA EL CALEFACTOR EN CALENTAR la sala es un factor a tener en cuenta. Dependiendo del tipo de calefactor que elijamos, el tiempo en calentar la estancia será mayor o menor. Por ejemplo, un calefactor de convección tarda más tiempo en calentar una sala que un calefactor por infrarrojos. Al igual que un calefactor de aire tarda menos que un calefactor cerámico, aunque también tiene un consumo mayor.
Si queremos tener un calor inmediato, sin tener que calentar la estancia completa, y con un bajo consumo, recomendado el uso de calefactores por infrarrojos.
4. Tener el CALEFACTOR APAGADO CUANDO NO SEA NECESARIO hará que ahorremos energía. No solo es conveniente apagar el calefactor cuando no estemos en la estancia, sino que cuando ya se haya alcanzado la temperatura adecuada, no será necesario seguir calentando, esto es posible gracias al uso de termostatos, que harán que el calefactor funcione solo cuando la temperatura baje, ahorrando así en la factura de la luz.
5. Utilizar lo máximo posible el CALOR NATURAL DEL SOL. Dejando las cortinas y persianas abiertas cuando pegue el sol, calentaremos la casa sin necesidad de utilizar un calefactor.
6. UBICAR EL CALEFACTOR EN EL LUGAR ADECUADO, evitaremos de esta forma pérdidas de calor, y, por tanto, ahorro en consumo energético.